foto Jose M. Gallego
Tomando la salida junto a Chema Martínez entre otros, Mon llegó a meta en 2h 38 (puesto 69º). Sin duda un gran resultado. A pesar de que sus espectativas eran mejores (un buen competidor como él siempre quiere mejorar sus marcas), no hay que olvidar que el invierno ha sido complicado (parones, lesiones), y que una maratón es una maratón.
Así que no queda otra opción más que dar la enhorabuena a nuestro estandarte por su nueva hazaña, y esperar a la próxima cita en la que a buen seguro romperá la barrera de las dos horas y media.
En breve tendréis una crónica escrita por el protagonista en la que nos contará qué se siente al llegar a la meta en pleno Foro romano, con el Coliseo a la vista, como hizo en su día el mítico Abebe Bikila. Eso sí, Mon corrió con zapatillas (creo).
La "Maratonna" desde dentro:
"Esta vez la cita (o la città) era Roma. Y más concretamente su Maratón. La salida en un marco espectacular (Alrededores de Coliseo y foros) y unos 15.000 inscritos. Objetivo: bajar de las 2:30. Y el día amaneció perfecto, sin aire y con una temperatura de 10-12 grados ideales. Y a las 9 de la mañana se dio el pistoletazo de salida. Tras un primer kilómetro a 3´20´´ (sin querer) Món comienza a marcar ritmos de 3´30´´-3´35´´ pegándose a gente que me le va pasando y sobre todo a un grupo de 3 mujeres que llevan un ritmo super-regular. El 10 se pasa justo a 3´32´´ de media y Món deja atrás a ese grupeto femenino cuando comienza a pasar kilómetros a 3´40´´ (grave error a la postre). Y sigue avanzando pegándose a gente que le marque su ritmo buscado. Hasta el kilómetro 20, mucha animación y muchos sitios dignos de ver. A partir del 20 y hasta el 32 (la media maratón la pasa perfecto, 1:14´40´´.) recorrido muy feo, solitario, por autopistas..., y comenzando a sentir la dureza de un maratón. Coincidiendo con la llegada al km 33, el recorrido vuelve al casco antiguo, a la animación y a Món le pega el bajón. ya dan igual los gritos de la gente. Y como ya sabe lo que es esto, no intenta forzar más de lo necesario. Se deja llevar y piensa que cuando acabe todo, lo que sea estará bien. Los quilómetros comienzan a irse: 3´55´´, 4´00´´, 4´10´´...el grupo de las tres chicas le pasa, también ese invidente con guía al que un par de veces le había recogido el avituallamiento, ya todo te afecta, esa curva, el sol, el empedrado que le ha perseguido toda la carrera pero que ahora duele a cada pisada. Y del 39 al 42 todo eso se magnifica y, aunque él creía que no lo iba a pasar tan, tan mal, al final el sufrimiento es importante y esa sensación de que nunca va a llegar. Pero lo consigue. Y esa gente que ha ido a Roma y a ido a verle correr (y casi sin dormir algunos) que te están animando en el Coliseo, y todo el mundo que llama y quiere saber como ha ido todo...Es curioso porque en 10 kilómetros ha perdido más de 8 minutos. Pero en los últimos metros y al cruzar la meta tooooodo le da igual y estalla dando saltos de alegría. Puesto 69 y 2:38´32´´. Sin lesiones ni molestias. Y con ganas de volver otra vez a devorar kilómetros. Mereció mucho la pena."
No hay comentarios:
Publicar un comentario